Abril ya casi se termina, y antes de que las horas se consuman, paso a dejar el Relato de este mes.
Abril: Songfic.
Abril: Songfic.
Siempre sostuve que escribir cartas era de cobardes, que las
cosas había que decirlas directo y a la cara; y sin embargo, mírame aquí frente
al papel con la pluma entre mis dedos, escribiéndote estas palabras, inútiles
de más, pues aunque te escriba mil hojas no las leerás.
Y si ahora rompo mi creencia y escribo estas palabras, no
porque espero que las leas, sino porque necesito sacar esto que me quema por
dentro el alma y decirte que te extraño, que te extraño tanto que me cuesta
respirar –y me imagino que de saberlo, dirías que son ideas mías- pero de
verdad, te juro que en el momento que tu imagen pasa por mi mente provoca un
corto circuito que me hace olvidar hasta como respirar y termino boqueando como
pez fuera del agua, con la cara roja; pobres peces ahora entiendo la agonía que
sienten cuando son arrancados de su hábitat y llevados a un terreno que no solo
es cruel si no que los mata lentamente, mientras ellos luchan y se agitan
tratando de obtener del medio algo que ya no pueden obtener, pienso si
en algún momento seré como ellos y terminare rindiéndome y dejaré de pelear,
tal vez simplemente me duerma y eso sea todo.
Seguro que si ahora te contará esto te reirías de mí, siempre
decías que yo soy muy visceral con mis emociones, y a mí me gustaba sobreactuar
a veces (te lo confieso ahora sin pudor) pues me gustaba ser quien te hiciera
reír de esa manera que lo hacías tú, sin tapujos, libre, a carcajada limpia,
como un niño que aún no sabe de mesura.
Extraño nuestros paseos por el parque justo al atardecer en
esos minutos en que se funden el día con la noche como dos amantes que se han
esperado todo el día, sentir el calor de tu mano aferrada a la mía. Es aún más difícil por las noches en la
soledad del cuarto, que hasta hace poco tiempo era de los dos y ahora solo es
un espacio donde refugiarme de los demás, en esas horas calladas sentada a la
ventana mirando en la oscuridad de la noche, intentando traerte a mi lado a
base de recuerdos, tengo miedo que si un día no lo hago, tu cara, tu voz, tu
recuerdo se vaya difuminando en mi memoria, hasta que te pierda
definitivamente y no vuelva a encontrar más que sombras.
Es en esta soledad, donde escribo, mientras escucho los
silencios de la noche y el movimiento de los árboles que sembramos frente a
nuestra ventana mecidos por la suave brisa del otoño. Los árboles del amor; que trajiste un día de
primavera, recuerdo como me reí por eso, diciéndote lo cursi y cliché que era
tener esos árboles, y que ahora han quedado como recuerdo de tu paso en esta
casa.
Son todos esos detalles cotidianos que juntos hacíamos
especiales, y que ahora solo yo extraño; o dime acaso si tú los extrañas
también, aunque sea un poco, allá donde ahora estás.
Mañana, o ¿Ya es hoy? Te veré por última vez, quizá me atreva
a preguntártelo, aunque tu boca siga muda ante mí, o quizá simplemente deje
caer esta carta a tu lado, suave y delicadamente la veré caer dentro de tu
tumba…
Soundtrack: Te extraño - José José
Esta recopilación participa en el Reto Anual "12 Meses 12 Relatos 2020" organizado por De aquí y de allá by TanitBenNajash