Y dijimos adiós a Quintana Roo y nos adentramos en Yucatán; y entonces las carreteras se llenaron de vegetación por ambos lados y no se veía mas que el gris del asfalto y el verde en el horizonte y amé que fuera así.
Y llegamos a Valladolid y me enamore de la ciudad, tan antigua, tan colonial, coin su plaza central y enfrente la catedral, con sus edificios de pilares y sus casas de adobe y así deje un pedacito de mi corazón en Valladolid y la amé porque me recordo otra ciudad añorada, porque me lleno de recuerdos los ojos y el alma y la ame porque la estaba conociendo con gente querida.
Y llegando, como no, a comer al mercado municipal, a probar de los platillos tan platicados y probamos de todos los platos y pellizcamos de todas las comidas y entonces me enamore un poquito mas cuando comí mi queso relleno; algo curioso es que al momento en que fuimos a comer, solo había puestos de comida abiertos en el mercado, lo que pasa es que era la hora de la siesta entonces, todos los demas puestos estaban cerrados, je, raro.
Despues, fuimos al mercado de artesanías y compramos ropa y algunos recuerdos y el resto de la tarde/noche la dedicamos a estar con los niños en la alberca.
Al día siguiente, después de pasar una no muy buena noche (recuerden que apenas hacía dos días que me había tatemado toda y para esas alturas dormir era una tortura). Desayunamos unas deliciosas tortas de lechón y luego, para y solo para comprobar que era mejor, fuimos a comer unos tacos de lechón, es que había que saber que era mas rico :P
En valladolid fuimos a un cenote llamado Exquequen o Dzibichaltum. Este cenote se encuentra bajo tierra y de acuerdo a la historia que nos conto nuestro miniguía, dice que un día un campesino estaba persiguiendo a un cerdo por la selva y de repente este desaparecio de su vista, y por mas que lo buscaba no lo encontraba, aunque aún seguia escuchando los chillidos del cerdo, y buscando de donde venía el sonido fue como encontro un hoyo en el suelo, cual sería su sorpresa al ver, que el cerdo había caído directo a el cenote.
Despues de nadar un rato y hacerle a los extremos y saltar y saltar; salimos directo a comer a un restaurante que tiene, si porque no, un cenote incluido :D nuevamente comida deliciosa (uf! amo la comida yucateca), por el tiempo en que llegamos, ya no pudimos meternos a nadar en el cenote, el que por cierto es el mas profundo que se conoce hasta ahora, con 128 mts de profundidad comprobada, según nos explico el jefe de meseros, que ademas nos conto que todo esto lo hicieron de un programa, metieron maquinas para medir la profundidad, que dentro hay muchos tuneles sin explorar y todo ese tipo de cosas (voy a confesar que de alguna manera me senti aliviada de no meterme, soy extrema, pero 128 mts imponen xD) pero eso si, terminando de comer, nos dimos tiempo para bajar y verlo mas de cerca.
En la noche ya bañados y relajados, salimos a pasear de noche por la plaza y un centro cultural que había cerca del hotel, para terminar tomando chocolate caliente, sentaditos viendo pasar a la gente del lugar.
Al día siguiente fuimos a desayunar cochinita pibil a un puestito pero que nos dijeron, era la mejor de la ciudad y de ahí nos fuimos a conocer un pueblo que se llama Chancon, en donde nuestro amigo William (promotor y guía turistica del viaje) había hecho su servicio social cuando estudia su especialidad en Mérida, ese día había fiesta en el pueblo, así que ya ibamos preparados para la comilona xD
Al llegar a la casa de la familia, notamos que había un altar y al preguntar, resulto que era porque hacía una semana que había fallecido una hermana de la dueña de la casa y era una ofrenda para ella. Ni que decir que la gente super calida y agradable, nos recibieron muy bien y todos nos platicaban y muy muy padre experiencia.
Antes de irnos, yo por mi voluntad y mi alma fotografa, me baje al cenote del pueblo, para conocerlo, este no era como los demas que ya había conocido, era mas como un pozo gigante, bonito, pero tristemente muy descuidado y sucio, supongo que en el pueblo, hay otras cosas mas importante que un cenote.
Al salir de Chancon nos dirigimos a Mérida.
Llegando a Valladolid
La catedral de noche
La ofrenda en el pueblo
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