Quien no se a sentido alguna vez en su vida acomplejado? creo que todos, por lo menos alguna vez, a tenido una experiencia en donde se a sentido así.
Ahora bien, cuando hay un complejo este viene acompañado de la desvalorización, es en este sentimiento en donde volcamos todo el ideal que fabricamos sobre como quisiéramos ser, y donde perdemos al comparar como somos en realidad.
No importa si se trata de un rasgo físico o de un aspecto de la personalidad, las personas exageran el problema y le dan importancia de mas, de nada sirve que la gente a su alrededor les diga una y otra vez que el problema no es tan grave. Las víctimas de un complejo no dan crédito a lo que se les dice: se encierran en sus pensamientos y continúan torturandose.
Para vencer esos complejos, es necesario afrontarlos y así impedir que ellos nos venzan a nosotros. Una vez que identificamos el complejo, hay que combatirlo, poniendo todo nuestro empeño en ello. Así logramos amigarnos con estos rasgos molestos.
Como ya decía es difícil encontrar a alguien que no tenga o haya tenido algún complejo. Con frecuencia se originan en la infancia y se arrastran por años e incluso durante toda la vida. El problema con estos complejos es que el incidente que los desencadeno, te marca para siempre, convirtiéndose en una especie de pesado equipaje emocional del que no puedes liberarte....o al menos eso crees, pues bien, si es posible deshacerte de este molesto equipaje y caminar mas ligero y feliz.
Veamos cuatro complejos muy comunes y como dejarlos atrás para siempre.
1.- No soy bonita.
Pues a menos que seas la hermana de Frankenstein, tienes encanto, todas las mujeres lo tienen, si, ya se, que me van a decir, es que fulanita artista tiene _______ y yo quisiera tener como ella; o menganita _______ y a mi me gustaría, y si quizá no tengas lo que ellas tienen, el caso es que tienes que reconocer y aceptar tu cuerpo tal y como es y al mismo tiempo encontrar tus mejores rasgos y sacar el mayor partido de ellos.
Deja de pensar en tus puntos débiles y concéntrate en los fuertes. Ademas, con algunos trucos, cualquiera puede verse mejor, o acaso creen que las artistas se levantan por las mañana así de perfectas?
Hagan un ejercicio, tomen una hoja y dividanla en 3 columnas, en la primera hagan una lista de lo que no les gusta de su físico; en la segunda, escriban las cosas que les gustaría cambiar; y en la tercera anoten las cosas de su cuerpo que les agradan. Trabajen sobre la lista, cambiando lo que se puede cambiar y lo que no tenga arreglo, acéptenlo y restenle importancia, si ustedes no se la dan, nadie mas tiene porque hacerlo. Por ultimo escriban en una libreta los mejores halagos que hayan recibido y añadan cualquier otro que reciban en adelante, guarden la libreta y léanla siempre que lo necesiten.
2.- No tengo suerte en el amor.
Cuando una relación termina y nos rompen el corazón, nos hundimos en un mar de dudas e inseguridades. Empezamos a temer no encontrar el amor verdadero o que algo en nosotras no funcione bien y por eso nadie se quede a nuestro lado.
Estos temores se convierten en pánico, causando la perdida de seguridad y autoestima, lo que nos termina paralizando emocionalmente.
Lo primero es dejar a un lado esa actitud pesimista, pues aunque se te declare la persona mas guapa del mundo, tu miedo al fracaso y al no lo merezco te haran rechazarla, reforzando tu falsa creencia de que no tienes suerte en el amor. Deja de lado esa actitud de víctima, solo porque así te sientes segura y de esa manera te proteges para que no te vuelvan a herir.
Recupera la confianza en ti, y en tu capacidad de amar y ser amada. La manera en que te desarrolles en tu entorno es importante a la hora de atraer o alejar a las personas, la diferencia entre quedarte paralizada y lanzarte a hacer algo consiste en tener fe en ti mismo. Esa fe es la base de la seguridad. Aunque no estes seguro, finge que si, a la larga parecer seguros es casi tan importante como estarlo. Poco a poco, llegaras a creerlo y te sentiras realmente listo para volver a amar.
3.- Cuando era pequeño, me llamaban....
Los niños pueden ser muy crueles con sus burlas, y a veces esos apodos y comentarios mal intencionados que oíste en tu infancia se quedan grabados en tu mente y siguen presentes muchos años despues.
Hay que reconocer el poder negativos que esas palabras tuvieron y quizás aún tienen esas voces de la infancia y entender que ya no tiene sentido que sigan torturandote, trata de silenciarlas con afirmaciones positivas sobre ti y cada vez que una situación traiga a flote esas inseguridades, repitelas y sobre todo, creetelas.
4.- No sirvo para nada, soy un desastre.
Este es un complejo mucho mas común de lo que parece, quienes lo padecen piensan continuamente que no son capaces de dar la talla en nada de lo que emprenden. Muchas veces, el complejo es alimentado por fuentes externas, un familiar, un maestro, un conocido, un jefe; limitando o menospreciando tus habilidades, de tal manera que terminas por creer lo que te dicen, uno tiende a creer en lo que alguien con mas experiencia dice de ti, de tal manera que llega un momento en que sin importar que tan pequeña o grande sea la tarea, siempre ponen en duda sus habilidades y se pasan todo el tiempo comparandose con otras personas e incluso autosaboteandose.
Convéncete, nadie es perfecto y en lugar de engrandecer tus deficiencias, dedícate a enaltecer tus virtudes, capacidades y méritos, no importa que pequeños o grandes sean, hay que trabajar para fortalecer el ego, un autoestima alto te hará vivir feliz. Confiar en uno mismo, nos permite disfrutar la vida con alegría, dándonos seguridad y control.
La solución de todos los complejos empieza silenciando las dudas y diciéndonos "Basta de caminar con este peso sobre mis hombros. Quiero andar ligera por la vida y voy a lograrlo"
1 comentario:
de niño me decían miquimaus por orejón y no, no eran los niños crueles, era mi tía y además me hacía grabar mi voz diciéndolo, en ese entonces me daba penita, ahora me da harta gracia, so... llámenme miquimaus *_*
Publicar un comentario